domingo, 4 de marzo de 2012

DISFRAZADOS 3

CHICAS PERDON PERO AYER ME DORMI :( DESPUES LES SUBO OTRO


3.

Charlaron, bromearon, rieron y, cuando la fiesta terminó en el Centro cívico, continuaron charlando, riendo y bromeando en el bar de la esquina. En un momento de la noche, Euge, alias R2D2, y racio, la bruja Piruja, desaparecieron. En realidad desapareció todo lo que los rodeaba. Solo había sitio para ellos dos. Las risas y las bromas dieron paso a las miradas y los roces y antes de que se dieran cuenta era tan tarde que el bar estaba cerrando y ellos salían a la calle abrazados. Una vez en la acera, Drácula agarró al robot por la cintura en un apretado abrazo, le arrancó la máscara y bajando la cabeza comenzó a lamer sus labios.

—Drácula, debes estar más borracho de lo que pensaba si a estas alturas de la noche no eres capaz de encontrar el camino hasta mi yugular —dijo Lali riendo y exponiendo su cuello.

El no contestó, bajó dejando una estela de besos desde sus labios a su cuello y una vez allí se entretuvo mordisqueando y lamiendo hasta encontrar ese punto que la hizo estremecer. Lali se apretó más a él y notó contra su vientre un sable láser hecho de carne que no estaba, nada, pero que nada mal. ¡Caramba! Prometía. Mucho.

Dieron bandazos abrazados estrechamente, muy estrechamente, a lo largo de la calle hasta que de repente Drácula la levantó y la apoyó en el capó de un coche; las cartulinas doradas de su disfraz cayeron al suelo desparramadas y se quedó solamente con los leggins y el body. No sentía ni gota de frío, de hecho tenía bastante calor... en ciertas partes.

Notó las manos de Drácula deslizándose bajo la cinturilla de los leggins, acariciándola sobre la tela del body, buscando desesperadamente el final de éste y el inicio de la piel. Lali abrió las piernas a la vez que con las manos recorría los duros contornos del abdomen siguiendo la flecha de vello que señalaba el tesoro oculto; encontró el cinturón, lo desabrochó, bajó la cremallera de los pantalones, introdujo la mano bajo el bóxer y tanteó (no tuvo que tantear mucho) hasta encontrar lo que buscaba. Lo rodeó con los dedos y apretó ligeramente, ¡vaya!

A Luka siempre le habían dicho que tenía dedos de pianista, largos y finos, por lo tanto él no tenía que estar mal dotado porque apenas sí podía abarcarlo. Dispuesta a investigar, deslizó los dedos por todo el tallo, solazándose con su suavidad y tersura.

Drácula jadeó excitado y satisfecho, sus dedos por fin habían encontrado el elástico del body y en esos momentos recorrían perezosamente su piel resbaladiza. El anular se deslizó lentamente por la vulva, extendiendo su humedad hasta acabar trazando círculos sobre el clítoris, mientras con la mano libre acariciaba sus pechos sobre la tela dorada.

Lali sentía el calor expandirse por todo su cuerpo. Oprimía y recorría sin cesar el pene con manos ansiosas, disfrutando de su tersura y suavidad. Entonces él liberó su clítoris dejándolo insoportablemente abandonado y comenzó a bajarle los leggins. Lali se apartó al momento.

—No aquí. Estamos en plena calle —jadeó entre asustada y excitada.

—Vamos a otro sitio. ¿Vives cerca? —contestó él sin dejar de besarla y acariciarla.

Lali vivía justo cruzando la calle, pero ni loca, ni drogada por el sexo como estaba, iba a invitar a su casa a un desconocido al que llamaba Drácula porque no sabía siquiera su nombre.

—No, vivo lejos —contestó apoyando las manos en el pecho del hombre intentando poner un poco de distancia, la necesitaba para poder pensar.

—Vamos al hotel que hay en Parque Oeste, tengo aquí el coche —dijo mientras intentaba meterse de nuevo bajo sus leggins.

Lali lo intentó pensar durante unos segundos. Irse en coche con un desconocido a un hotel no era el sumum de la inteligencia, pero por otro lado, joder, Drácula sabía perfectamente lo que hacía —que en esos momentos era colarse en sus bragas y atacar su clítoris—, y el hotel del que hablaba estaba a menos de diez minutos en coche. Demasiado lejos.

—Sé un sitio perfecto. ¿Dónde tienes el coche? —El Clio estaba aparcado en el garaje de su casa.

—Estás sentada sobre él.

—Dame las llaves —él enarcó una ceja, pero al cabo de un segundo quitó la mano de los pechos de Lali y la metió en su bolsillo, cuando la sacó las llaves colgaban de sus dedos.

—Adelante —dijo Lali cogiéndolas.

En ese momento se dio cuenta de qué coche era. Un Kia Carnival, grande y sobre todo muy cómodo, ¡perfecto! Se montó sin perder un segundo y, al tiempo que Drácula cerraba la puerta, arrancó y enfiló hacia la calle Las Hayas.

En menos de dos minutos estaban en un descampado lleno de edificios en construcción. Vacío, oscuro y muy, pero que muy solitario. En esos dos minutos las manos de Drácula habían continuado masajeando su entrepierna, Lali apenas había sido capaz de cambiar de marchas, de hecho habían hecho el corto trayecto en primera. Le mordisqueaba la clavícula, le besaba el lóbulo de la oreja y le acariciaba los pechos con la mano que no estaba ocupada más abajo. Lali no tenía ni idea de cómo había sido capaz de llegar hasta las obras. En cuanto paró el coche —no se molestó en estacionarlo, solo lo dejó parar en mitad de un parking sin luces a medio construir—, Drácula pasó a los asientos traseros llevándola con él, enganchándola sin querer los pies en la palanca de cambios y dejando sus zapatos enredados en el volante. Una vez atrás le quitó los leggins dorados de un tirón mientras mordisqueaba sus pechos por encima del body. Ella por su parte tampoco estaba ociosa, dando tirones consiguió bajarle los pantalones y el bóxer hasta las rodillas, mientras con su boca intentaba erradicar los botones de la antaño impoluta camisa de hombre. Él no tuvo remilgos (al fin y al cabo era su camisa) y, agarrándola, se la arrancó haciendo que los botones volaran por todo el coche. Lali aprovechó para acoger entre sus manos su pene endurecido, acariciar con el pulgar el capullo terso y húmedo, seguir con los dedos las gruesas venas sumamente apetecibles que bajaban por todo su tallo, en definitiva, disfrutar de lo que tenía al alcance.

Impaciente, Drácula rompió el body a la altura de la ingle a la vez que devoraba la boca de la mujer. Ella empezó a masturbarle, al principio despacio, casi reverenciándole, luego más fuerte, rítmicamente. Él por su parte rasgó el cuello del body —dios, le había costado una pasta— y comenzó a morder el sujetador, bajándolo para dejar al descubierto sus pezones enhiestos, haciendo que diera un respingo cuando sintió la húmeda lengua recorriéndolos. Era una sensación divina.

Los dedos masculinos encontraron de nuevo sus pliegues y los abrieron introduciéndose en la vagina empapada, curvó un dedo y comenzó a entrar y salir de ella mientras con el pulgar presionaba sobre el clítoris.
En la quietud de la noche solo se oían sus gemidos desacompasados, su respiración agitada, solo se distinguían sombras en movimiento a través de los cristales veladas por el vaho y el calor que emanaban los cuerpos. Lali estaba a punto de correrse gracias a esos dedos que hacían maravillas en sus entrañas, los dientes trazaban caminos ardientes en sus pechos que, al segundo después, su lengua se ocupaba de refrescar. Ya ni siquiera era capaz de masturbar a Drácula, tanto placer le estaba robando las fuerzas. Él paró súbitamente y se alejó de ella dejándola helada, un gruñido afloró de su femenina y enrojecida garganta, estaba a punto. Drácula buscaba algo en el suelo. Se incorporó bruscamente y se oyó algo rasgarse, el envoltorio de un condón. Joder, maldijo Lali, ni siquiera se había acordado de la protección. Él se lo puso rápidamente, la cogió de los tobillos y se los colocó apoyados sobre sus poderosos hombros, acto seguido la penetró. Estaba totalmente abierta en esa postura y, al sentir su embestida, casi se vuelve loca. Drácula se apoyó en un brazo mientras bajaba el otro hasta su entrepierna, y comenzaba a acariciarla de nuevo a la vez que la penetraba lentamente.

20 comentarios:

  1. ay me encanot el cap fue lo mas

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  2. quiero mas novela fue genial elcap

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  3. que bueno que peter se acordo de protegerse y no les gano de todo la uforia ajjaajajaj

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  4. jajaj quenchi quenchi y como se sacan las ganas de estos dos

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  5. me encanta quiero mas

    Angie***

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  6. muy bien que lali no se llevo a peter a su casa

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  7. ya quiero leer el otro

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  8. no me podes dejar asi quiero otro ya jajaja sos lo mas con la novela

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  9. ay acabo de leer los caps y me gusto mucho la novela

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  10. se comen vivos estos dos

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  11. !k forma mas guau!,d pasar la noche ,Lali solo piensa en dracula,no le pregunta su nombre,parece k eso d momento ,no le interesa,esta mas enfrascada en el placer.

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  12. Menos mal k uno puso la cordura,jajaja.

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  13. ahhh bue! Lali la tenía clarisima jajajja

    MAs nove! ;) besos

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