3.
Charlaron, bromearon,
rieron y, cuando la fiesta terminó en el Centro cívico, continuaron charlando,
riendo y bromeando en el bar de la esquina. En un momento de la noche, Euge,
alias R2D2, y racio, la bruja Piruja, desaparecieron. En realidad desapareció
todo lo que los rodeaba. Solo había sitio para ellos dos. Las risas y las
bromas dieron paso a las miradas y los roces y antes de que se dieran cuenta
era tan tarde que el bar estaba cerrando y ellos salían a la calle abrazados.
Una vez en la acera, Drácula agarró al robot por la cintura en un apretado
abrazo, le arrancó la máscara y bajando la cabeza comenzó a lamer sus labios.
—Drácula, debes
estar más borracho de lo que pensaba si a estas alturas de la noche no eres
capaz de encontrar el camino hasta mi yugular —dijo Lali riendo y exponiendo su
cuello.
El no contestó,
bajó dejando una estela de besos desde sus labios a su cuello y una vez allí se
entretuvo mordisqueando y lamiendo hasta encontrar ese punto que la hizo
estremecer. Lali se apretó más a él y notó contra su vientre un sable láser
hecho de carne que no estaba, nada, pero que nada mal. ¡Caramba! Prometía.
Mucho.
Dieron bandazos
abrazados estrechamente, muy estrechamente, a lo largo de la calle hasta que de
repente Drácula la levantó y la apoyó en el capó de un coche; las cartulinas
doradas de su disfraz cayeron al suelo desparramadas y se quedó solamente con
los leggins y el body. No sentía ni gota de frío, de hecho tenía bastante
calor... en ciertas partes.
Notó las manos de
Drácula deslizándose bajo la cinturilla de los leggins, acariciándola sobre la
tela del body, buscando desesperadamente el final de éste y el inicio de la
piel. Lali abrió las piernas a la vez que con las manos recorría los duros
contornos del abdomen siguiendo la flecha de vello que señalaba el tesoro
oculto; encontró el cinturón, lo desabrochó, bajó la cremallera de los
pantalones, introdujo la mano bajo el bóxer y tanteó (no tuvo que tantear
mucho) hasta encontrar lo que buscaba. Lo rodeó con los dedos y apretó
ligeramente, ¡vaya!
A Luka siempre le
habían dicho que tenía dedos de pianista, largos y finos, por lo tanto él no
tenía que estar mal dotado porque apenas sí podía abarcarlo. Dispuesta a
investigar, deslizó los dedos por todo el tallo, solazándose con su suavidad y
tersura.
Drácula jadeó
excitado y satisfecho, sus dedos por fin habían encontrado el elástico del body
y en esos momentos recorrían perezosamente su piel resbaladiza. El anular se
deslizó lentamente por la vulva, extendiendo su humedad hasta acabar trazando
círculos sobre el clítoris, mientras con la mano libre acariciaba sus pechos
sobre la tela dorada.
Lali sentía el
calor expandirse por todo su cuerpo. Oprimía y recorría sin cesar el pene con
manos ansiosas, disfrutando de su tersura y suavidad. Entonces él liberó su
clítoris dejándolo insoportablemente abandonado y comenzó a bajarle los
leggins. Lali se apartó al momento.
—No aquí. Estamos
en plena calle —jadeó entre asustada y excitada.
—Vamos a otro
sitio. ¿Vives cerca? —contestó él sin dejar de besarla y acariciarla.
Lali vivía justo
cruzando la calle, pero ni loca, ni drogada por el sexo como estaba, iba a
invitar a su casa a un desconocido al que llamaba Drácula porque no sabía
siquiera su nombre.
—No, vivo lejos
—contestó apoyando las manos en el pecho del hombre intentando poner un poco de
distancia, la necesitaba para poder pensar.
—Vamos al hotel que
hay en Parque Oeste, tengo aquí el coche —dijo mientras intentaba meterse de
nuevo bajo sus leggins.
Lali lo intentó
pensar durante unos segundos. Irse en coche con un desconocido a un hotel no
era el sumum de la inteligencia, pero por otro lado, joder, Drácula
sabía perfectamente lo que hacía —que en esos momentos era colarse en sus
bragas y atacar su clítoris—, y el hotel del que hablaba estaba a menos de diez
minutos en coche. Demasiado lejos.
—Sé un sitio
perfecto. ¿Dónde tienes el coche? —El Clio estaba aparcado en el garaje de su
casa.
—Estás sentada
sobre él.
—Dame las llaves
—él enarcó una ceja, pero al cabo de un segundo quitó la mano de los pechos de
Lali y la metió en su bolsillo, cuando la sacó las llaves colgaban de sus
dedos.
—Adelante —dijo Lali
cogiéndolas.
En ese momento se
dio cuenta de qué coche era. Un Kia Carnival, grande y sobre todo muy cómodo,
¡perfecto! Se montó sin perder un segundo y, al tiempo que Drácula cerraba la
puerta, arrancó y enfiló hacia la calle Las Hayas.
En menos de dos
minutos estaban en un descampado lleno de edificios en construcción. Vacío,
oscuro y muy, pero que muy solitario. En esos dos minutos las manos de Drácula
habían continuado masajeando su entrepierna, Lali apenas había sido capaz de
cambiar de marchas, de hecho habían hecho el corto trayecto en primera. Le
mordisqueaba la clavícula, le besaba el lóbulo de la oreja y le acariciaba los
pechos con la mano que no estaba ocupada más abajo. Lali no tenía ni idea de
cómo había sido capaz de llegar hasta las obras. En cuanto paró el coche —no se
molestó en estacionarlo, solo lo dejó parar en mitad de un parking sin luces a
medio construir—, Drácula pasó a los asientos traseros llevándola con él,
enganchándola sin querer los pies en la palanca de cambios y dejando sus
zapatos enredados en el volante. Una vez atrás le quitó los leggins dorados de
un tirón mientras mordisqueaba sus pechos por encima del body. Ella por su
parte tampoco estaba ociosa, dando tirones consiguió bajarle los pantalones y
el bóxer hasta las rodillas, mientras con su boca intentaba erradicar los
botones de la antaño impoluta camisa de hombre. Él no tuvo remilgos (al fin y
al cabo era su camisa) y, agarrándola, se la arrancó haciendo que los botones
volaran por todo el coche. Lali aprovechó para acoger entre sus manos su pene
endurecido, acariciar con el pulgar el capullo terso y húmedo, seguir con los
dedos las gruesas venas sumamente apetecibles que bajaban por todo su tallo, en
definitiva, disfrutar de lo que tenía al alcance.
Impaciente, Drácula
rompió el body a la altura de la ingle a la vez que devoraba la boca de la
mujer. Ella empezó a masturbarle, al principio despacio, casi reverenciándole,
luego más fuerte, rítmicamente. Él por su parte rasgó el cuello del body —dios,
le había costado una pasta— y comenzó a morder el sujetador, bajándolo para
dejar al descubierto sus pezones enhiestos, haciendo que diera un respingo
cuando sintió la húmeda lengua recorriéndolos. Era una sensación divina.
Los dedos
masculinos encontraron de nuevo sus pliegues y los abrieron introduciéndose en
la vagina empapada, curvó un dedo y comenzó a entrar y salir de ella mientras
con el pulgar presionaba sobre el clítoris.
En la
quietud de la noche solo se oían sus gemidos desacompasados, su respiración
agitada, solo se distinguían sombras en movimiento a través de los cristales
veladas por el vaho y el calor que emanaban los cuerpos. Lali estaba a punto de
correrse gracias a esos dedos que hacían maravillas en sus entrañas, los
dientes trazaban caminos ardientes en sus pechos que, al segundo después, su
lengua se ocupaba de refrescar. Ya ni siquiera era capaz de masturbar a
Drácula, tanto placer le estaba robando las fuerzas. Él paró súbitamente y se
alejó de ella dejándola helada, un gruñido afloró de su femenina y enrojecida
garganta, estaba a punto. Drácula buscaba algo en el suelo. Se incorporó
bruscamente y se oyó algo rasgarse, el envoltorio de un condón. Joder, maldijo
Lali, ni siquiera se había acordado de la protección. Él se lo puso
rápidamente, la cogió de los tobillos y se los colocó apoyados sobre sus
poderosos hombros, acto seguido la penetró. Estaba totalmente abierta en esa
postura y, al sentir su embestida, casi se vuelve loca. Drácula se apoyó en un
brazo mientras bajaba el otro hasta su entrepierna, y comenzaba a acariciarla
de nuevo a la vez que la penetraba lentamente.
luka es peter????
ResponderEliminarno no Luka es Lali
Eliminaray me encanot el cap fue lo mas
ResponderEliminarquiero mas novela fue genial elcap
ResponderEliminarque bueno que peter se acordo de protegerse y no les gano de todo la uforia ajjaajajaj
ResponderEliminarsobu mas porfavor
ResponderEliminarjajaj quenchi quenchi y como se sacan las ganas de estos dos
ResponderEliminarme encanta quiero mas
ResponderEliminarAngie***
me fasino
ResponderEliminarmuy bien que lali no se llevo a peter a su casa
ResponderEliminarya quiero leer el otro
ResponderEliminarno me podes dejar asi quiero otro ya jajaja sos lo mas con la novela
ResponderEliminaray acabo de leer los caps y me gusto mucho la novela
ResponderEliminarme encanto
ResponderEliminarse comen vivos estos dos
ResponderEliminar=D
ResponderEliminar!k forma mas guau!,d pasar la noche ,Lali solo piensa en dracula,no le pregunta su nombre,parece k eso d momento ,no le interesa,esta mas enfrascada en el placer.
ResponderEliminarMenos mal k uno puso la cordura,jajaja.
ResponderEliminarq cap hottt masssss
ResponderEliminarahhh bue! Lali la tenía clarisima jajajja
ResponderEliminarMAs nove! ;) besos