43.
Pero
como siempre sucedía, Tahj se quedó.
—Has
sufrido una recaída. Ya se revertirá.
—¡No
he sufrido una maldita recaída! —refunfuñó Peter, asiendo con más fuerza el narguile[1],
una parte de él queriendo liberarse mientras otra parte
decía nunca—. Esta es mi vida; ¿cuándo vas a empezar a entender eso? —Apretó
los dientes y miró fijamente el techo—. Jesús, sólo regresa a la India. Nadie
te pidió que me siguieras, en primer lugar.
—Buda
me lo pidió. Y yo cumplo la voluntad de Buda.
La
droga estaba adormeciendo a Peter, quitándole su habilidad para luchar. Chupó
otra vez y esperó. Esperó por la paz. Esperó por una iluminación que nunca
vendría.
Recordó
todos los meses que había pasado en Limehouse, en el Barrio Chino del East End
londinense, tras su regreso de la India. Había llegado a internarse una semana
entera en un fumadero de opio, rodeado de un nimbo de humo, espeso y sensual
que se elevaba y caía como una ola sobre las pequeñas lámparas dispersas para
disipar la penumbra.
—Para
vivir una vida libre de dolor y sufrimiento, uno debe deshacerse del apego a
los bienes terrenales —recitó Tahj. Una cantinela exasperante por resultar tan
familiar—. Los hombres deben librarse de la codicia, el odio y la ignorancia.
Sólo entonces alcanzarán la paz y la felicidad. Luego Tahj dijo, muy
sagazmente—: Has dejado que la muchacha te afecte.
—La
única cosa que ella ha afectado es mi humor. Es una mentirosa consumada.
—Has
descubierto su engaño.
La
categórica afirmación hizo levantar la vista a Peter.
—¿Tú
lo sabías?
Tahj
inclinó la cabeza.
—De
no haber tenido los ojos tan llenos de lujuria, tú habrías visto la verdad.
Peter
apretó los dientes, sabiendo que había estado cegado por el deseo que la
muchacha provocaba en él.
—¿Por
qué no me lo dijiste, maldita sea?
—Porque
la deseabas, y no me hubieras prestado atención. Aún la deseas —observó,
contemplando a Petercon esa mirada omnisciente tan característica.
—Tal
vez ella es lo que tú necesitas.
—Ella
es la última cosa que necesito. ¡Dios, es la maldita hermana de Nico!
—Antes
que nada es una mujer. Y tú eres un hombre que necesita de alguien que lo ayude
a sanar.
Peter
se llevó una mano a la cabeza y se dejó caer deslizándose sobre el brazo del
sofá.
—Jesús,
estuve a punto de contarle todo.
—Deberías
haberlo hecho. Sería una carga menos para tu alma. No puedes continuar
culpándote por lo que estaba más allá de tu control.
Peter
mecía la cabeza de acá para allá.
—Yo
estaba a cargo y no estaba preparado. Soy el único que puede ser considerado
responsable.
—Cuéntale
lo que sucedió. Habla desde el corazón y confía en que ella te escuchará.
Peter
cerró los ojos apretándolos con fuerza.
—No
puedo. —Se obligó a dejar el narguile sobre la mesa—. Mañana partimos
para Londres. Prepárate para el viaje.
—No deberías regresar aún. Soluciona
primero este problema.
—No
hay nada que solucionar. Voy a cumplir mis obligaciones hacia la dama y ése
será el final de toda esta historia.
—¿Lo
será?
Dios,
tenía la esperanza de que lo fuera.
—Ella
quedará felizmente en el olvido —afirmó Peter, sabiendo que olvidar a Lali no
sería tan sencillo—. Ahora vete de aquí y déjame en paz. Cuando salgas, cierra
con llave la maldita puerta.
—La
paz que buscas nunca la encontrarás en esa pipa. Necesitas mirar en tu
interior.
Luego,
haciendo honor al apelativo de fantasma que Peter siempre le había dirigido, se
deslizó fuera de la habitación y el susurro de la llave en la cerradura pareció
llenar el silencio.
El
océano se revolvía suavemente agitado mientras Llai miraba por la ventanilla
del coche, a punto de iniciar su primer viaje fuera de Cornualles desde que
hacía años sus padres la habían dejado a ella y a Lali al cuidado de la abuela.
La
más pura calma se había apoderado del paisaje, en marcado contraste con los
nervios que le anudaban el estómago. Ésta bien podía ser la última vez que
viera Moor's End y a duras penas podía contener su desesperación. Quería
protestar diciendo que no podía irse, que eso no estaba bien. Este era su hogar
y nadie la obligaría a abandonarlo; sin embargo, Peter había afrontado la tarea
con salvaje aplomo. Ella podría haberle contado acerca de los impuestos que se
debían por la propiedad, pero el orgullo y la tozudez se lo habían impedido.
Ése era un problema de ella y sería ella quien lo solucionaría... aun si para
ello tuviera que casarse. La sola idea le entristecía el corazón y en ese
momento odiaba a Peter.
Lo
miraba a través de la cortina apenas entreabierta. El sol arrancaba reflejos de
su cabello azabache y delineaba su cuerpo mientras de pie hablaba con Rocio,
quien la noche anterior había estado esperando a Llai en su habitación, llena
de ansiedad.
Apenas
Lali atravesó el umbral, Rocio había corrido hacia ella.
—¿Te
golpeó? —preguntó, examinándola de la cabeza a los pies.
—No,
no me golpeó. Ordenó que todos nos marchemos a Londres. Partimos en la mañana.
El
rostro de Rociopalideció.
—Oh.
—Tú
vienes con nosotros —se apresuró a añadir Lali—. Peter te dará toda la
protección que necesitas y enfrentarse a él sería una tontería de parte de
Calder.
—No
lo sé —dijo Rocioen tono vacilante—. No quiero exponeros a peligro alguno.
Lali
resopló.
—Como
si yo no te hubiera puesto en situaciones precarias casi todos los días cuando
éramos niñas. Pero tú siempre te quedaste a mi lado, ¿no es verdad? —Lalile
rodeó los hombros en un abrazo—. Superaremos esto juntas. Ten fe. Todo va a
estar bien.
Ahora,
mientras observaba a una sonriente Rocio deslizarse hacia el carruaje, Llai
esperaba que su predicción se cumpliera.
—Te
ves contenta —dijo Lali mientras le abría la puerta del coche a su amiga, quien
subió y sentándose a su lado se arregló las faldas.
—Debo
confesar que mi ánimo ha mejorado bastante —respondió Rocio, quien lucía más
relajada de lo que había estado en mucho tiempo—. El señor Lanzani es realmente
un hombre maravilloso, aunque sin duda terrible por alejarte de tu hogar —se
apresuró a añadir, siempre una amiga.
—¿Qué
hizo? —preguntó Lali.
—Fue
a Westcott Manor esta mañana para enfrentarse a Calder.
Por
un momento Lali se quedó sin palabras. Aunque enfrentarse a Calder era
exactamente lo que le cabía hacer a Peter, la aguijoneó una punzada de celos.
El había hecho por Rocio algo muy caballeroso y Llai se sentía fatal por sus
propios sentimientos ante ese gesto. Su amiga necesitaba un protector y Peter
había acudido al rescate. Sin duda no era culpa de Rocio que los hombres se
sintieran atraídos hacia ella como lobos hacia la luz de la luna.
—Como
era de esperar, Calder no estaba allí —prosiguió Rocio—. Pobre Harold.
—Suspiró, refiriéndose al mayordomo de toda la vida de los Westcott—. Tuvo que
soportar la ira de Calder, quien luego le ordenó que le preparara el equipaje.
Mi hermanastro se marchó anoche.
—Cobarde
—dijo Lali con expresión de repugnancia—. Sólo es valiente cuando se trata de
aterrorizar a mujeres y a ancianos. Aunque Jasper y Olinda, quienes en ese
momento supervisaban la carga de las últimas maletas que quedaban en el baúl
del coche, se resistirían a ser considerados en otra etapa que no fuera la flor
de la vida.
—Me
pregunto dónde habrá ido —meditó Rocio.
—Con
un poco de suerte, al demonio.
En
ese momento apareció Peter en la puerta del carruaje.
—¿Están
cómodas, señoras?
Todavía
furiosa con él, Lali no contestó. Pero a él no pareció importarle, ya que su
pregunta parecía dirigida a Rocio.
me muero por saber que va a pasar lastima que esten tan separados
ResponderEliminarAngie***
es triste q esten separados pero seguro ya van a estar juntos pronto!!!! Besos y espero otro pronto..!!!
ResponderEliminarSeguramente Lali podrá ayudarlo!Sólo hace falta q ambos se permitan amarse.
ResponderEliminarNo tienen qe estar separados, tiene qe pasar algo donde Lali o Peter les este por pasar algo grave y el otro lo salve o algo parecido ¬¬ porqe tienen que estar juntos!!!!! :( por favor!! MAS NOVE por fas me encanto el cap!! <3
ResponderEliminarmass noveee
ResponderEliminarno me gusta que esten asi =( que triste!
ResponderEliminarespero el proximo cap
un beso!
Me encanto el capitulo!
ResponderEliminarQue mal que Peter este tan mal!
Me entristece que Lali tenga que dejar su hogar, la casa de sus abuelos por la cual se sacrifico tanto!
Me alegra que los Rocio y sus mayorodomos vallan con ella!
@vagomi
Aunque no me guste,pero k aparezca Maxi deteniendo ese carruaje.Peter la esta ignorando,seguro k si la mira sucumbe.
ResponderEliminarMuy buenos los consejos d Tahj,pero Peter sigue necio,mientras no escuche a su corazon, y solo piense con la cabeza y el orgullo herido, no va a resolver ninguno d los problemas k tiene.
ResponderEliminarPobre Lali, se siente mal hasta d los pensamientos k le fluyen x saber k Peter, hizo algo tan caballeroso x Roci, y no x ella.
ResponderEliminarAl menos no la privo d sus empleados y d Rocio.Mas novela.
ResponderEliminara por dios que peter le aga caso a taj y que hable con lali me da pesar verlos asi =(
ResponderEliminarmas novela linda
ResponderEliminarque bueno que se llevo a todos me muero de intriga como sigue todo
ResponderEliminarya los quiero ver juntos no puedos verlos separados me duele hasta pronto
ResponderEliminarsubi ams porfavor
ResponderEliminarque ansias por saber que sigue
ResponderEliminarnanana que alquien le de en la cabeza a peter para que ya reaccione y que hable con lali lo tanto que lo esta matando la culpa talvez asi se siente libre y pueda estar con su lady mariana
ResponderEliminarme encanto cada vez se pone super emocionada
ResponderEliminarun poco triste porque estan separados pero espero que pase rapido quiero que esten juntos se lo merecen los dos
ResponderEliminarpor lo menos lali se lleva a sus seres queridos que vallan con ella mas
ResponderEliminarcomo me estas haciendo sufrir con la novela ='(
ResponderEliminarme mata como esta reaccionando a peter me duele que este empenado a casarla y no estar con ella solo porque es hermana de nico
ResponderEliminartaj es un groso disiendole las cosas como son a peter que se de cuenta que no puede estar asi mas
ResponderEliminarmas novela =)
ResponderEliminarquieroooooooooooooooooon masssssssssssssss adoro esta novela
ResponderEliminarmas nove!!.. nueva lectora
ResponderEliminar@vale_cadenas