jueves, 1 de marzo de 2012

MI JEFE 20 & 21

CHICAS SI LEYERON CONQUISTAR A LA DONCELLA, SABEN QUE LES VOY A DEJAR DOS CAPS PARA DISCULPARME POR NO PODER DEVOLVER LAS FIRMAS.
SOLO QUEDAN DOS CAPS!! QUE SI HAY MUCHAS FIRMAS POSTEO MAÑANA, SINO UN CAP MAÑANA Y EL OTRO EL SABADO :)


20.

Vaya puto cumpleaños. Su día especial había sido totalmente arruinado por la presencia de lanzani. ¿O era su ausencia lo que ahora la molestaba más? ¿Realmente había sido sólo antes de ayer cuando estuvo tan malditamente decidida a alejarlo de su vida? Y hoy él estaba intimando a fondo con los corazones de sus familiares, sentando las bases para la inevitable decepción y dolor que su egoísmo les traería. ¡Maldito!

Pero incluso mientras la mente le decía que debería odiarlo, el corazón hacía que reconociera esa mentira. ¿Cómo podría odiarlo alguna vez? ¿Cómo iba a poder olvidar alguna vez las pasadas veinticuatro horas haciendo el amor cada vez que el ardiente deseo los golpeaba? Y había golpeado a menudo. ¿Cómo iba a olvidar esa ternura entrañable que le había permitido entrever cuando no estaba siendo un puto megalómano? Hundió la cara entre los brazos y detuvo el sollozo que amenazaba con minar su determinación de no llorar. Pero esta vez ya no consiguió hacer retroceder las lágrimas. Levantó las rodillas hasta el pecho y lloró amargamente por su corazón perdido y por el futuro dolor de su familia.

* * * * *

peter logró llegar al final de la pendiente sin romperse una pierna ni caerse de bruces, e hizo una pausa para analizar la disposición del terreno. El antiguo granero que Tim había mencionado estaba en algún lugar a lo largo de la parte inferior, y a cierta distancia del lento canal que fluía más allá de las rocas del fondo de la ladera. Levantó la vista hacia las amenazantes nubes de tormenta que habían comenzado a hacer desaparecer la luna, arrojando la oscuridad sobre el suelo. Cuando el camino llegó a la orilla del agua, giró a la izquierda y con cuidado, se abrió paso a través del sendero cubierto por agujas de pino con la luz de la linterna que le habían prestado, resbalándose peligrosamente varias veces y maldiciendo en voz baja cuando casi se cae al puñetero canal.

Realmente no creía que fuese muy profundo, pero lo último que le apetecía era estar cubierto de viscosa agua maloliente. Y entonces empezó a llover, lentamente al principio, pero aumentando la intensidad por momentos, por lo que aceleró el paso mientras se limpiaba la cara con una mano. Caía un chaparrón total para el momento en que finalmente divisó el antiguo granero, y sus pantalones vaqueros y suéter ya estaban chorreando. No hacía frío a la intemperie, pero la brisa lo hacía tiritar al caerle el agua a raudales sobre la cabeza y deslizársele por el cuello.

El canal se desviaba a la derecha mientras el camino que él seguía continuaba en dirección a las viejas instalaciones. Su preocupación porque ella pudiese estar herida o asustada, poco a poco se fue convirtiendo en ira por haberlo forzado a una caminata a través de toda esa mierda para llevarla de vuelta a casa. Llegó al establo y tiró de la estropeada puerta de la entrada, pero estaba cerrada desde el interior. Blasfemando violentamente, rodeó la pared, agradecido por el relativo refugio que le ofrecía el techo voladizo. A pocos pasos de la parte trasera, encontró otra puerta más pequeña que colgaba parcialmente abierta, ¡gracias a Dios!

Se deslizó en el interior de la antigua construcción, que olía a humedad, y echó un vistazo al interior. Mierda. Ella no estaba allí. Se limpió los regueros de lluvia fría del rostro y se estremeció, a pesar del comparativo calor del interior. Apuntó el haz de luz de la linterna por todo el enorme espacio vacío del granero, y sacudió la cabeza. Había sido un jodido idiota por haber ido hasta allí, con la esperanza de pillarla sola y disfrutar de ella durante un rato. Probablemente habría vuelto a casa y estaría partiéndose el culo de risa a su costa por haber mordido el cebo.

Suspiró, se dejó caer sobre un viejo barril oxidado que estaba de pie en medio del lóbrego lugar y se sacó el suéter por la cabeza, escurriéndolo y secándose la cara y el pecho con él. Maldiciendo su suerte por quedarse atrapado toda la noche en ese maldito sitio viejo y abandonado. La tormenta apenas estaba comenzando.

Se puso rígido e inclinó la cabeza hacia un lado. ¿Qué demonios había sido eso? El sonido era suficientemente triste para ponerle el vello de los brazos de punta… lastimoso e inquietante… un sollozo… como si alguien hubiese muerto y el mundo estuviera llorándolo. Dulce Jesús. Se puso de pie, tratando de identificar la fuente de los sonidos, y entonces se dio cuenta de que estaba directamente sobre su cabeza.






Una gota de lluvia salpicó su mejilla y suspiró con cansancio, con su dolor y lágrimas casi agotados. Ahora el maldito ruinoso techo tenía goteras. “¡Mierda!” suspiró, y empezó a rodar para levantarse de la paja, sólo para descubrirse enjaulada por algo mojado… húmedo, cálido y sólido. Otra gota de agua salpicó su nariz y dio un pequeño grito de miedo. El agua goteaba de un cuerpo que se cernía sobre ella en la oscuridad del desván.

Sus manos salieron disparadas en acto de defensa y sintió el contorno húmedo, duro de un pecho desnudo. El olor del agua sobre la piel caliente y la familiar colonia para después del afeitado pusieron su cuerpo en alerta. “¿Qué diablos estás haciendo aquí?” Dijo con voz áspera, haciendo todo lo posible para sonar indignada.

“Creo que soy yo quien debería hacerte esa pregunta, lanzani…” Su cálido aliento le rozó la frente y otra fría gota de agua que resbaló de su empapado pelo le golpeó la barbilla.

“¡Suéltame!” Empujó fuerte la inamovible pared de su pecho.

“¿Por qué dejaste la casa?”

“Para estar sola. ¿No puedes respetar ese derecho?”

“Así que estamos solos…”

“La idea es ‘yo’, no ‘nosotros’.”

Sentía que las manos le ardían mientras él bajaba su sólido cuerpo sobre el de ella, hasta notar el frío húmedo de sus vaqueros presionándole las piernas y muslos, y el bulto duro, inconfundible, de su pene contra su monte de Venus. “Me estás poniendo toda empapada”. Incluso para ella,  la voz sonó jadeante en lugar de indignada.

“Entonces tal vez deberíamos quitarnos estas cosas mojadas…” Su voz era un ronroneo profundo, un murmullo contra su cabello. Tragó saliva convulsivamente cuando peter besó el goteo del agua de la mejilla.

21.

“Sólo vete y déjame”, exclamó. El pecho de él presionó firmemente contra sus pezones tensos.

“De eso nada. Estoy chorreando como una rata mojada por venir a buscarte y no tengo intención alguna de volver a ese diluvio sólo para complacerte”.

Su peso lentamente le moldeó el cuerpo contra la paja húmeda, y el repentino arranque de ardiente lujuria, que le pinchaba desde los pezones a la vagina, la hizo gemir de necesidad. “Vuelve a la casa y encanta a mi familia. No te deseo”, rechinó con los dientes apretados.

peter, con el gesto serio, oculto en la oscuridad del desván, calló ante la desesperación que delataba su voz. Parpadeó y sacudió la cabeza para deshacerse del agua que le corría por la frente y ojos. Comprendió que la había empujado demasiado lejos. “Bueno, yo sí te deseo”. Respiró profunda y trémulamente y bajó la cabeza, buscando su boca, encontrándose con el calor de su aliento. Lentamente abrió su propia boca sobre los labios herméticamente cerrados de ella y deslizó la lengua a lo largo de la unión de estos. “Por favor, lali… Déjame entrar” Las palabras susurradas lo sorprendieron incluso a él.

Sintió cómo su cuerpo se estremecía al escuchar el sonido de su nombre y relajaba los labios  automáticamente. Luchó por mantener la calma mientras ella deslizaba la lengua por la suya y luego se la chupaba dentro de la boca con avidez. Su verga saltó. El corazón le dio un vuelco. La sangre le golpeaba fuertemente en las venas y sus dedos se enredaron en los suaves rizos despeinados de lali cuando inclinó la cara y tomó sus besos como un hombre hambriento. Sus suaves gemidos de placer lo deshicieron por completo y la devoró como un poseso. Esbeltos dedos se deslizaron entre las bien fusionadas caderas, para bajarle la cremallera mojada, y él gimió en voz alta contra sus labios, levantando el trasero para permitirle liberarlo de la prisión de la tela vaquera empapada. La sensación de sus manos rodeándolo casi lo hace correrse como niño cachondo, tuvo que luchar para no culminar en ese mismo momento.

Se separó para quitarse el ligero suéter y la camiseta sin mangas, luego le deslizó a ella los “ahora” mojados pantalones por las piernas y los arrojó a un lado, antes de arrancarse los propios vaqueros empapados. Se le atascaron en las botas, pero estaba demasiado jodidamente ocupado para molestarse más con ellos, dejándoselos como grilletes en torno a los tobillos mientras sentía los muslos de ella aferrándose a sus caderas desnudas.

“Dulce Señor… me estás matando, bebé”. Se sumergió en el acogedor calor de su mojado centro, gimiendo larga y fuertemente mientras ella lo acogía con un grito de satisfacción. Sus pezones, duros como diamantes, se le hincaron en el torso y lo hicieron sentirse salvaje por probarla. “Arquea tu espalda, nena… dame esos pechos…” le susurró con voz temblorosa mientras le introducía el pene profundamente, sintiendo las apretadas paredes cerrarse alrededor de su eje como una prisión de terciopelo.

Curvó el cuerpo obedientemente y él se inclinó para tirar intensamente de un pezón, chupándolo con fuerza, al tiempo que escuchaba sus excitantes gemiditos de placer. Devoró su suculento pecho, luego se desplazó al otro, sintiendo su coño apretarse duro alrededor de él mientras ella alcanzaba el orgasmo, y casi se corre también en ese momento. Levantó sus caderas duro, luchando contra el clímax, absorbiendo el pezón profundamente en la boca mientras ella le agarraba con puños temblorosos el cabello mojado.

“¡Dios, peter! ¡Oh, Dios!” Exclamó, a la vez que él daba un grito gutural y se vaciaba en su interior de forma explosiva, bombeando profundamente el caliente esperma, en tanto que lalil se ceñía con las piernas alrededor de sus caderas y lo dirigía en su interior con anhelantes sollozos y gemidos, hasta que finalmente se dejó caer sobre ella. Peter escondió los labios entre su pelo húmedo de sudor, sintiendo sus músculos internos ordeñándolo tan perversamente.

Nunca se había sentido tan jodidamente completo en toda su vida. Quería quedarse enterrado profundamente en su dulce coño para siempre. Escuchó como la dificultosa respiración de ambos se iba aflojando hasta convertirse en profundas inspiraciones pausadas, y lamió la salada humedad de su garganta, disfrutando del estremecimiento de gozo que la atravesó.

Sus músculos internos le apretaron la polla en tanto que dio un dulce  murmullito de satisfacción y susurró: “Dios, peter… te amo tanto”.

lali lo sintió paralizarse y dejar de mover bruscamente el cuerpo cuando se lo dijo. Un sentimiento de desesperanzado pesar la inundó mientras esperaba a que se alejara, saliera de su cuerpo y sacudiera la cabeza ante su patética admisión. Ojalá no hubiera dicho esas palabras, ojalá se hubiera mantenido en silencio. Cerró los ojos para aguantar las lágrimas. Pero a medida que pasaban los minutos y se mantenía enterrado en ella hasta la raíz, sosteniéndola aún en un agónico agarre de jadeante placer, se atrevió a abrir los ojos y dijo débilmente, “¿peter? ¿Te acabas de morir de un ataque al corazón?”

La deliciosa grave risa de él retumbó contra su oído. Giró las caderas para tentarla a reanimarse. “Casi… pero no del todo”. Mordió su hombro desnudo y dio un intenso gruñido de lujuria al tiempo que comenzaba a moverse una vez más. “¿De verdad querías decir lo que acabo de escuchar?” Susurró entrecortadamente contra su sien mientras empezaba a crecer de nuevo a la vida dentro de ella.

Curvando su pecho con un trémulo gemido de placer, lali trató desesperadamente de recuperar la suficiente compostura para responderle, pero él volvió a hablar antes de que pudiera conseguirlo. “Porque si no lo hiciste, ya no te dejaré renegar de esa declaración”. Levantó la cabeza y bajó la mirada hasta el rostro de ella, húmedo por las lágrimas, mientras lentamente empujaba las caderas contra su interior, enterrando el miembro hasta las bolas, sacándolo a continuación casi hasta la punta, antes de empujar de nuevo con un profundo quejido de satisfacción. Sus ojos eran de un brillante color zafiro cuando se movió y le encontró una nueva zona erógena con su maravillosamente talentosa polla, enviándola vertiginosamente a otro orgasmo devastador que arrancó todo pensamiento de su mente, excepto el placer.

30 comentarios:

  1. na me tenes loca ame el cap son unicos estos dos
    yo pense que peter le iva a desir tambien te amo pero bueno espero pronto el proximo genia

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  2. quiero mas novela es una adiccion para mi

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  3. me parese ami o peter no se cuido y sale baby espero que si mas porfavor

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  4. no quieor que termine es lo mas

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  5. me mori cuando lali le dijo a peter que lo ama

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  6. porlo que veo estos dos se complenden asi mas linda esa forma son incansiables mas

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  7. peter si que no desperdisia tiempo jajaaj amo verlos asi quiero otro mas

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  8. la ame fue lo mas estos dos cap espero que sigan asi difrutando

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  9. mas genia amo como escribis segui asi esta nove es lo mas no me canso de desirtelo pero la amo con todo

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  10. aaaaaaaaaaaaa pero estos no se cansan tanto tiempo lo quieren tener ya ajnjaajaja me mato ese te amo de lali espero pronto escuhcar un te amo de parte de peter

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  11. quierooooooooooooooo
    masssssssssssssss
    novelaaaaaaaaaa
    porfaovr
    linda

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  12. espero el proximo grosa

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  13. como se le quita el enojo a peter primero que la queria matar por averse ido asi y la encuentra y la quiere hacer de el un loquito asi quiero como peter no se cansa de tenerla mas

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  14. que poquito falta para que termine esta linda historia me da tristesa pero bueno lo bueno tiene final asi que espero los 2 caps

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  15. ya quiero leer los otros quiero saber como termina esta linda historia

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  16. mas novela quiero seguir leyendo mas
    =D

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  17. me re encanto el cap

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  18. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  19. Me encanto el capii!! Quiero maaas!

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  20. buenísimo,Peter todo un experto y logró q ella confesara lo q quería q lo amaba!

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  21. Los deseos d Peter son ordenes para ella,jajaja,k ejecuta gustosa,no le veo k ponga muchos inconvenientes.

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  22. Ay me encanta esta nove! Peter con “Porque si no lo hiciste, ya no te dejaré renegar de esa declaración” ¿quiere decir que el tambien la ama? jajja besos
    Giada

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  23. Me encanto el capitulo!
    Me fascina la nove!
    Por favor sube mañana!!! sii?

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  24. Me meti rapidamentee todavia sigo de vacaciones esta re buena la novee
    creo que peter nose cuido asique puede ser que tengan un bebe jajajja
    ya quiero saber que le dira peter no creo que le diga que el tbn la ama pero que le diga algo noseee =/

    @lali_peterlove

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