Justo en el momento en que le hablaba, peter lanzani levantó la vista, con esa mirada glacial azul
oscura cruzándose con la de ella, y su cuerpo se relajó de la postura defensiva
que había asumido, forzando al parásito social de hembras a aflojar su apretón.
Lali intentó no parecer conmocionada. Trató de no reaccionar ante el calor que
la atravesaba como un disparo de fuego desde la cabeza a la punta de los pies,
preguntándose aturdida si los Manolo Blahniks se habían derretido. Ella le
sonrió a través de la habitación, y Jerrod siguió su mirada, instantáneamente
silbando bajito y retrocediendo un paso.
“Debí haberlo adivinado. Magnífica. Pero si alguna vez
decides negociar, yo siempre estaré alrededor”. El actor dejó vacante el lugar
a su lado mientras lanzani se desencajaba con calma de las garras de la otra
mujer, “Perdóname”. Las cabezas se volvieron cuando él se apartó del nudo de
cuerpos y se movió a través de la galería en su dirección, mientras ella
luchaba contra el impulso de morderse los nudillos y gemir. Ese hombre tenía
tal caminar…
lali esbozó una brillante sonrisa hacia sus ojos cuando él se
detuvo tan cerca que podía sentir el calor de su cuerpo a través de la seda del
vestido, puso la mano en la que llevaba el deslumbrante pedrusco sobre su
antebrazo y dijo con voz lo bastante alta como para ser escuchada a más de diez
pies de distancia, “¡peter! ¡Cariño! Siento llegar tarde”.
Notó la tortuosa ruta que tomaron sus ojos al deslizarse por
encima del vestido, las joyas y el impresionante anillo de compromiso que
quitaba el aliento y que ella estaba exhibiendo de manera ostentosa. Un músculo
tembló en el surco profundo de la comisura de su boca. Parecía estar luchando
con una emoción oscura y enfadada que temía que iba averiguar más tarde — en
los tonos menos halagüeños posibles — pero sorprendentemente, le devolvió una
sensual y torcida sonrisa.
“¿Ni siquiera me merezco un beso después de esperar todo este
tiempo a que finalmente aparecieras?” Su voz era un gruñido sexy lo
suficientemente fuerte como para que aquellos a su alrededor lo pudieran
escuchar con claridad, aunque fingía estar hablando sólo para sus oídos. lali
sintió, por la forma en que todos los ojos estaban pegados a ellos, como si
estuvieran en una pecera. Se puso de puntillas y se dirigió a su mejilla. Pero
antes de que sus labios hicieran contacto, él giró la cabeza y terminó
plantándole el beso directamente sobre su sonriente boca. Y oh, qué boca tenía
el hombre…
Y él no se conformó sólo con un beso amistoso, no. Deslizó
los brazos alrededor de su cuerpo y la arrastró contra su pecho, ocultando
suavemente la sacudida de asombro por la captura de la parte posterior de su
cabeza en la palma de una mano e inclinando su boca para tomar la de ella
completamente. Deslizó con soltura su firme lengua con sabor a champán sobre
sus labios cuando lali los abrió para preguntar qué demonios estaba haciendo.
El ritmo cardíaco se le disparó cuando trazó el interior de su boca de manera
sensual. Si no hubiera conocido a su jefe tan condenadamente bien, ese beso
quizá le podría haber engañado incluso a ella, pero pensó que había pagado un
capital por besarla y decidió que también podría dejarse llevar.
Peleando con su lengua, exploró sus cálidas profundidades,
mientras le deslizaba las manos por detrás de la cabeza y arqueaba su cuerpo
hacia el esmoquin, presionando las caderas contra la polla que crecía
súbitamente, ignorando el arrebato de entusiasmo que le produjo su obvia gran
excitación, hizo exactamente lo que había deseado hacer durante los últimos
seis años o más.
lali lo besó… salvajemente, hambrientamente, posesivamente.
Dándole todo lo que tenía, a pesar de que para él era sólo un acto para
desalentar a la absolutamente furiosa rubia que se había girado dando fuertes
pisadas en dirección a las escaleras que regresaban a la segunda planta.
Tenía una boca decadentemente caliente y deliciosa. El caro
champán sabía seco y fuerte en su lengua, y no podía haber imaginado cómo sería
tenerlo besándola así… ni siquiera en sus más salvajes sueños húmedos. Su olor
caliente, picante, masculino le llenaba la nariz. Sentía el corazón como una
súper pelota que, con total facilidad, podría acribillar directamente el camino
al frente de su vestido de seda e ir rebotando violentamente a través de la
alfombra si seguía besándola.
madre como estan estos dos... que se vayan a un hotel...xD
ResponderEliminarme encanta, sube mas
wooooow que buen cappp
ResponderEliminarpero sigo con la duda de que es lo que siente el =/
subiiii mas noveee
deja otro plisss muero por saber que piensa el o que pasa despues o xq le dio ese besoooo
mas :D
@lali_peterlove
Me encanta la nove!
ResponderEliminarSube mas porfiii
Me encanto!
ResponderEliminarquiero mas