viernes, 17 de febrero de 2012

MI JEFE CAPITULO 7


Justo en el momento en que le hablaba, peter lanzani  levantó la vista, con esa mirada glacial azul oscura cruzándose con la de ella, y su cuerpo se relajó de la postura defensiva que había asumido, forzando al parásito social de hembras a aflojar su apretón. Lali intentó no parecer conmocionada. Trató de no reaccionar ante el calor que la atravesaba como un disparo de fuego desde la cabeza a la punta de los pies, preguntándose aturdida si los Manolo Blahniks se habían derretido. Ella le sonrió a través de la habitación, y Jerrod siguió su mirada, instantáneamente silbando bajito y retrocediendo un paso.






“Debí haberlo adivinado. Magnífica. Pero si alguna vez decides negociar, yo siempre estaré alrededor”. El actor dejó vacante el lugar a su lado mientras lanzani se desencajaba con calma de las garras de la otra mujer, “Perdóname”. Las cabezas se volvieron cuando él se apartó del nudo de cuerpos y se movió a través de la galería en su dirección, mientras ella luchaba contra el impulso de morderse los nudillos y gemir. Ese hombre tenía tal caminar…

lali esbozó una brillante sonrisa hacia sus ojos cuando él se detuvo tan cerca que podía sentir el calor de su cuerpo a través de la seda del vestido, puso la mano en la que llevaba el deslumbrante pedrusco sobre su antebrazo y dijo con voz lo bastante alta como para ser escuchada a más de diez pies de distancia, “¡peter! ¡Cariño! Siento llegar tarde”.

Notó la tortuosa ruta que tomaron sus ojos al deslizarse por encima del vestido, las joyas y el impresionante anillo de compromiso que quitaba el aliento y que ella estaba exhibiendo de manera ostentosa. Un músculo tembló en el surco profundo de la comisura de su boca. Parecía estar luchando con una emoción oscura y enfadada que temía que iba averiguar más tarde — en los tonos menos halagüeños posibles — pero sorprendentemente, le devolvió una sensual y torcida sonrisa.

“¿Ni siquiera me merezco un beso después de esperar todo este tiempo a que finalmente aparecieras?” Su voz era un gruñido sexy lo suficientemente fuerte como para que aquellos a su alrededor lo pudieran escuchar con claridad, aunque fingía estar hablando sólo para sus oídos. lali sintió, por la forma en que todos los ojos estaban pegados a ellos, como si estuvieran en una pecera. Se puso de puntillas y se dirigió a su mejilla. Pero antes de que sus labios hicieran contacto, él giró la cabeza y terminó plantándole el beso directamente sobre su sonriente boca. Y oh, qué boca tenía el hombre…

Y él no se conformó sólo con un beso amistoso, no. Deslizó los brazos alrededor de su cuerpo y la arrastró contra su pecho, ocultando suavemente la sacudida de asombro por la captura de la parte posterior de su cabeza en la palma de una mano e inclinando su boca para tomar la de ella completamente. Deslizó con soltura su firme lengua con sabor a champán sobre sus labios cuando lali los abrió para preguntar qué demonios estaba haciendo. El ritmo cardíaco se le disparó cuando trazó el interior de su boca de manera sensual. Si no hubiera conocido a su jefe tan condenadamente bien, ese beso quizá le podría haber engañado incluso a ella, pero pensó que había pagado un capital por besarla y decidió que también podría dejarse llevar.

Peleando con su lengua, exploró sus cálidas profundidades, mientras le deslizaba las manos por detrás de la cabeza y arqueaba su cuerpo hacia el esmoquin, presionando las caderas contra la polla que crecía súbitamente, ignorando el arrebato de entusiasmo que le produjo su obvia gran excitación, hizo exactamente lo que había deseado hacer durante los últimos seis años o más.

lali lo besó… salvajemente, hambrientamente, posesivamente. Dándole todo lo que tenía, a pesar de que para él era sólo un acto para desalentar a la absolutamente furiosa rubia que se había girado dando fuertes pisadas en dirección a las escaleras que regresaban a la segunda planta.

Tenía una boca decadentemente caliente y deliciosa. El caro champán sabía seco y fuerte en su lengua, y no podía haber imaginado cómo sería tenerlo besándola así… ni siquiera en sus más salvajes sueños húmedos. Su olor caliente, picante, masculino le llenaba la nariz. Sentía el corazón como una súper pelota que, con total facilidad, podría acribillar directamente el camino al frente de su vestido de seda e ir rebotando violentamente a través de la alfombra si seguía besándola.

4 comentarios:

  1. madre como estan estos dos... que se vayan a un hotel...xD

    me encanta, sube mas

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  2. wooooow que buen cappp
    pero sigo con la duda de que es lo que siente el =/
    subiiii mas noveee
    deja otro plisss muero por saber que piensa el o que pasa despues o xq le dio ese besoooo

    mas :D

    @lali_peterlove

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  3. Me encanta la nove!
    Sube mas porfiii

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