-AHORA SUBIRÉ TODA LA PRIMERA TEMPORADA DE CON TAL SOLO UNA MIRADA Y EL PRIMER CAP DE LA SEGUNDA
-MÁS TARDE ALOMEJOR SUBO DOS INTRODUCCIONES PARA QUE ELIJAN UNA
-PUSE QUE LOS COMENTARIOS PUEDAN SER ANONIMOS
-SI HAY 15 FIRMAS SUBO OTRO CAP
-Y PERDON POR NO SUBIR ESTOS DIAS PERO ESTABA CON UNA BRONCA CON MIS PAPAS QUE NI SE IMAGINAN
32.
—Mi
diosa del mar. —Su respiración la bañaba en ardientes jadeos y mientras la asía
de los hombros él sintió un temblor recorriéndole el cuerpo—. Me encanta
saborearte. —Movió rápidamente la lengua sobre uno de los tensos picos mientras
sus dedos jugaban con el otro.
Lali se arqueó contra su cuerpo, cuando
él le besó un pezón, luego el otro.
—Por
favor —gimió ella.
Él
se apretó contra ella, su miembro duro la marcó a fuego, meciéndola mientras él
le abría más las piernas sin dejar de tocarla incansablemente, con las manos y
la boca.
Lali echó la cabeza hacia atrás
cuando un clímax que la hizo sentir estallar le atravesó el cuerpo como una
lanza, sintiendo todo su cuerpo palpitar desde lo más profundo, húmeda donde el
cuerpo de Peter se mecía contra el de ella mientras el placer la invadía,
dejándola débil y saciada.
Y demasiado consciente del hombre
tendido encima de ella, que suavemente le acariciaba el cabello, quitándoselo de la cara.
¿Qué tenía la pasión, que
podía nublar por completo el juicio a una persona?
Lali miraba fijamente el cielo de la
media tarde, donde nubes semejantes a penachos de algodón flotaban impulsadas por
la brisa, mientras Peter le acomodaba con suavidad la ropa, haciéndola luego
cambiar de posición de modo que su cabeza descansara sobre el hombro de él.
Todos los sutiles contactos y las
caricias la habían
llevado a cometer un error irreversible. No era que ella no le hubiera deseado,
al contrario. Y si él no la hubiese seducido, muy bien podría haberlo hecho
ella.
Una vez más, su precipitación la
había metido en problemas.
—¿En
qué piensas? —preguntó Peter, acariciándole el brazo con aire ausente.
—En que es necesario que regrese a la casa —respondió
ella, lo cual era verdad, pero no era lo que más la preocupaba en ese momento—.
Ya habrán notado mi ausencia. —Y ya se imaginaba el sermón que tendría que
escuchar si alguien llegaba a enterarse de que había estado a solas con Peter.
Olinda castraría a Peter y luego, espada en mano, lo obligaría a decir
«Acepto». Las repercusiones eran demasiado terribles para considerarlas.
Él
le levantó la barbilla.
—Espero
no haberte metido en problemas con tu señora. Si se molesta contigo, yo asumiré
la culpa.
Lali no había esperado que él se
preocupara por las consecuencias que tuviera que enfrentar una simple criada.
—¿Y
qué le dirá usted? —preguntó ella.
—Que
te pedí que me guiaras en un recorrido por la propiedad —dijo él, deslizando el
pulgar por el labio inferior de la joven—. No dejaré que nada te suceda. Lo
prometo.
Lali desvió la mirada. Él estaba
consiguiendo gustarle más de lo que podía permitirse, ella necesitaba aferrarse
a la imagen de Peter como un tahúr y un mujeriego. Ambas eran sus
características distintivas y no podía olvidar eso.
Librándose de su abrazo, ella se levantó. Sin decir palabra,
emprendió el regreso subiendo por el sendero, pensando en la facilidad con que
cada decisión, aun la más simple, podía conducir al desastre.
—¡Hola!
—gritó una voz a la distancia mientras Lali subía la cuesta, haciéndola bajar
de las nubes y alzar la mirada de golpe.
Vio una figura que se acercaba. Un
hombre. Su mente pensaba a toda prisa. ¿Podía ser Calder? Señor, ¿cómo podía haberse olvidado de
él siquiera por un momento? Su traición había sido lo que la había llevado a la
taberna y al fatídico primer encuentro con Peter.
Pero no se trataba de Calder, advirtió aliviada mientras el
hombre se acercaba, sino de Maxi. Su cuerpo alto y delgado se materializó de
entre los juncos, moviéndose con ese paso largo tan familiar, mientras su
cabello rubio resplandecía con los últimos rayos del sol.
Los Courtenay aseguraban ser
descendientes de reyes de Cornualles y todo el mundo los había tratado siempre con un
respeto especial. Todas las jóvenes casaderas de la región abrigaban la
esperanza de atrapar a Maxi y convertirse en la afortunada mujer que se ganara
un lugar en tan ilustre familia.
El muchacho saludó con la mano y Lali
instintivamente le contestó el saludo. Entonces la joven se detuvo
abruptamente, sintiendo que el corazón le daba un vuelco. Hoy ella no era Lady Mariana
Esposito, sino una impostora y tenía que poner sobre aviso a Maxi antes de que
éste le dijera a Peter algo que pudiera echar por tierra todos sus planes.
—Regreso
enseguida —se apresuró a decirle a Peter, rogando que éste no la siguiera
mientras iba a detener a Maxi.
Cuando se juntaron en medio del
campo, Maxi repentinamente la cogió de la cintura haciéndola dar vueltas antes de darle un
beso fraternal en la boca, con un brillo travieso en los ojos castaños,
mientras la depositaba nuevamente sobre sus pies y retrocedía un paso para
observarla.
—¡Dios
mío, Lali, muchacha, qué asombrosamente bien llenas esos pantalones! Date una
vuelta para echarte un vistazo. —Antes de que ella pudiese protestar, la cogió
de los hombros y la hizo girar, lanzando un pequeño silbido de aprobación—. Los
muchachos caerán a tus pies si continúas vistiéndote así. —Riendo, le dio una
palmada en el trasero como si fuera todavía una niñita.
Lalile dio un golpe en las manos y lo
miró con el
ceño fruncido.
—Deja
de hacer eso.
—¿Que
deje de hacer el qué? —replicó él, todo inocencia—. Sólo estaba divirtiéndome
un poco.
—No
es momento para divertirse. Tengo algo que discutir contigo. —Lali le lanzó una
mirada a Peter que ahora estaba de pie en lo alto de la cuesta, echando chispas
por los ojos. En cualquier momento llegaría hasta ellos, lo cual significaba
que no había un segundo que perder.
Desafortunadamente, Maxi había seguido su mirada y
ahora fruncía el ceño.
—¿Quién
es ése? —preguntó.
Lali
suspiró.
—Es
mi tutor, Peter Lanzani.
Por un segundo, Maxi la miró aturdido.
—¿El
Coronel Peter Lanzani? ¿El comandante de Nico?
Maxi sabía todo sobre Peter. Lali
había estado tan segura de que el hombre jamás se dignaría a poner un pie en
Cornualles que le había confiado todo. Hasta ayer, nunca hubiera creído tener
motivos para preocuparse.
—El
mismo —dijo ella.
—¿Qué
está haciendo aquí? Pensé que su preocupación llegaba sólo hasta contratar una
nueva institutriz para ti.
—Supongo
que ahuyenté a demasiadas. —Y su comportamiento inconsciente podía muy bien ser
el vendaval que diera por tierra con su precario castillo de naipes—. No tengo
tiempo para explicarte todo ahora, excepto que él no sabe quién soy.
Maxi la miró con el entrecejo
fruncido.
—¿No
lo sabe?
—Por
favor, sólo escucha. No pude decirle la
verdad. Dijo que tiene la
intención de casarme.
El joven la contempló con expresión reflexiva.
—Eso
no sería tan malo —dijo, suavizando el tono mientras tocaba ligeramente la
mejilla de Lali—. Sabes que siempre te queda el recurso de casarte conmigo. Yo
cuidaré de ti.
—Sí,
lo sé. —Y también sabía que se harían infelices el uno al otro. Maxi no la
amaba ni ella a él—. Pero tengo que hacer esto yo sola. No puedo perder Moor's
End.
—No
estoy tan seguro, chica. Creo que tu tutor debería estar al tanto del problema
al que te estás enfrentando.
—No.
—Lali sacudió la cabeza enérgicamente—. Moor's End ha pertenecido a mi familia
por más de un siglo. No seré yo quien la pierda. Pertenece a las futuras
generaciones.
—¿Qué
futuras generaciones? —preguntó Maxi, sin ánimo de ser cruel, pero aún así sus
palabras provocaron una punzada de dolor al corazón de la joven.
No habría futuro sin niños. Sin un marido. No era que ella no
quisiera casarse, al contrario. Pero a su debido tiempo. Con un hombre que la
amara.
—Lo
siento —murmuró él, abrazándola—. Sé que todo esto te duele terriblemente. Si
tan sólo me dejaras cuidarte.
Por un momento, Lali permitió que la consolara. Luego
retrocedió, echando una ojeada a Peter para hallarse con su ceño fruncido, al
borde de la ira. Se dirigió hacia ellos y el pánico se apoderó de Lali.
—Ay,
Dios, viene hacia aquí. Por favor, Maxi, no le digas quién soy.
—Lali...
me encanto el cap por dios como la extrane la novela espero que suba mas porfavor sos genia
ResponderEliminarespero que maxi no diga nada y la ayude peter esta que lo mata los celos mas linda
ResponderEliminarquierooooooooooo massssssssssss novela que bueno qeu lo arreglaste asi te puedo firmar y desirte que amo como escribis y me tenes super enganchada con la novela sos una genia espero que sigas asi siempre escribiendo
ResponderEliminarnaaaaaaaaaaaaa por dios mori con este cap demasiado bueno haora espero que maxi la ayude y no diga que es lady lali no me dejes asi mas
ResponderEliminarjodeme que tenia que llegar maxi y tratarla asi me muero por dios peter deseguro le baja los dientes a maxi por mirarla tanto ajjajaajaj mas bueno el cap no pudo ser
ResponderEliminarpor dios como lo dejaste alli me muero por saber lo que va a pasar subi otro please
ResponderEliminarpobre lali esta asustada que maxi meta la pata y voz que lo dejas alli me dejate en suspenso espero el proximo genia
ResponderEliminarquiero mas novela quiero saber que va a pasar
ResponderEliminarnananana como me lo cortaste alli mismo subi mas porfa
ResponderEliminarme fasino el cap me dejate loca por mas
ResponderEliminarestoy con ganas de saber como lali safa y si maxi le vaa a seguir el jueguito falta poco para que subas otro
ResponderEliminarnecesito mas genia
ResponderEliminaradoro esta novela es mi favorita
solo imaginarme la carita de peter enojado y celoso me muero
ResponderEliminargenial el cap espero el otro
me gusto mucho el cap
ResponderEliminarme fasino todo quiero otro porfavor
ResponderEliminar:O
ResponderEliminarMe encanto el capitulo!
Apuesto que Peter muere de celos! jaja
Besos
@vagomi
Peter lo va a qerer dejar sin dia del padre despues de com trato Maxi a Lali xD jajajaja muy bueno el cap :D
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