Laura estaba en la
cama lamiéndole la nuca... ¡Demonios!, pensó Lali, debía de haberse olvidado
otra vez de encerrar a la iguana en su terrario. Se movió un poco para
apartarse del reptil e intentó volver a dormirse. ¡Mierda! Ahora era Clara la
que subía por su muslo haciéndole cosquillas; pateó hasta que la tortuga se
alejó de su pierna y volvió intentar dormirse. ¡Leches! Mira que estaban
pesaditas hoy sus niñas, ahora estaban empujándole el trasero con... ¿Con un
pene erecto? ¡Sus tortugas no tenían de eso!
Abrió los ojos
recordando de golpe dónde estaba, en la enorme y no-tan-inútil-como-pensaba
cama de peter en el ático.
—Buenos días,
princesa —susurró peter en su oído.
—Mmh, buenos días
—respondió educadamente Lali medio dormida a la vez que se estiraba.
—Shh, no te muevas.
—peter la agarró de la cadera apretando su erección de nuevo contra el trasero.
—Pensaba que eran
mis niñas intentando despertarme —comentó bostezando.
Estaba tumbada de
lado sobre la comodísima y utilísima cama de dos metros cuadrados, el pecho de peterpegado
a su espalda, su cabeza sobre uno de los antebrazos masculinos y la tremenda
erección alojada entre sus nalgas. Mmh... Además estaban gloriosa y
oportunamente desnudos.
— ¿Pensabas que era
uno de tus animales? —peter sonreía a la vez que pulsaba contra ella con su pene.
—Sí —respondió Lali
arqueando más la espalda.
—Bueno, algo de
animal sí tengo... —La mano que le sujetaba la cadera subió hasta los pechos y
comenzó a acariciarlos perezosamente.
—Ya. Claro. ¡De
semental! —Lali se reía abiertamente, que ella recordara era la primera vez en
la vida que se reía con alguien en la cama después de pasar una noche de sexo
estupendo, delirante y divertido. Mmh... también era la primera vez de esto
último.
—Más bien de
perrito faldero —contestó peter riendo a la vez que jugueteaba con los pezones
endurecidos de ella.
— ¿De perrito
faldero?
—Sí. ¿No lo notas?
—dijo moviendo su polla arriba y abajo por el trasero—, te acercas y se levanta
—se apretó más contra ella—, le haces unas cuantas caricias y babea —Lali notó
el glande húmedo entre sus nalgas—, y si juegas con ella —apartó la mano de los
pechos de Lali y la bajó para agarrarse la polla—, se mete donde sea para
conseguir que seas feliz —guió el pene hasta la entrada a la vagina y la
penetró—. ¿Ves? Siempre dispuesta a seguirte a cualquier lugar. En
definitiva... un perrito faldero.
—Mmh, totalmente de
acuerdo —gimió Lali. ¡Guau! Vaya manera de despertarse.
— ¿Sabes qué?
—Encajó el muslo entre las piernas de lali, abriéndolas y penetrándola más
profundamente.
— ¿Qué? —dijo ella
girando la pierna hacia atrás y envolviéndole la cintura con ella, quedando
totalmente abierta para él.
—Es la primera vez
que nos despertamos juntos —recorrió el interior del muslo hasta posar la palma
de la mano sobre los labios vaginales.
—Cierto, y es
bastante... entretenido. —Se acarició los pezones con sus propias manos.
—Mmh... —peter le
mordisqueó el cuello atento al juego de Lali con sus pezones.
peter empujaba
rítmicamente contra Lali a la vez que la acariciaba el clítoris en círculos
lentos y perezosos, la conversación quedó rápidamente olvidada entre jadeos y
gemidos, entre manos que rozaban y caderas que empujaban indolentes. Los
cuerpos de ambos se calentaron, sus nalgas y muslos se endurecieron, los
temblores les recorrieron el abdomen y los pezones se sonrojaron y
endurecieron. Lali puso su mano sobre la de peter y apretó con fuerza,
instándolo a que le friccionara con más ímpetu el clítoris a la vez que la
polla endurecida engrosaba su tamaño hasta llenarla completamente. Lali sintió
el orgasmo imparable estallar en su vientre haciendo que su vagina palpitara y
se estremeciera comprimiendo el pene hasta que peter no pudo soportarlo más y
salió rugiendo de ella para correrse sobre las sábanas suaves y acogedoras que
sólo se podían comprar fácilmente por Internet.
—En fin —dijo Lali
al cabo de un segundo —me parece que nos toca bajar por enésima vez las
dichosas escaleras para asearnos...
—Captado —contestó
él volviendo a enterrarse en ella—, levantaré un tabique en la terraza y
construiré un aseo.
— ¡Qué! ¡Estás
loco! —exclamó girándose bruscamente para arrodillarse sobre la cama y
arrebatarle la almohada de debajo de la cabeza—, ¿Prefieres hacer obra en casa
antes que bajar la cama a cualquiera de los tres dormitorios de abajo? ¡Ya te
vale! —rió golpeándole con la almohada.
— ¡Ay! La cama la
puedo bajar, pero nos faltarían los espejos, la mesa y el diván —contestó
abrazándola.
— ¡Hombres! ¡Sois
la bomba! —repuso ella rodeándole el cuello con los brazos y enredándole los
dedos en el cabello.
—Reconócelo, te
encanta cómo he amueblado el ático. —La giró hasta dejarla tendida en la cama y
la sujetó las muñecas por encima de la cabeza.
—Sí, me encanta.
Pero es poco práctico —se rió Lali.
—Pues por eso voy a
construir el baño, para que sea más práctico —contestó haciéndola cosquillas.
—Eh... ¡Para!
—gritó intentando enroscarse sobre sí misma.
— ¿Te rindes?
— ¡Jamás! —Se
retorció buscando liberarse pero las manos de él llegaban hasta las costillas,
la planta de los pies, las axilas. Por Dios, ¿cuántas manos tenía este hombre?
—Ríndete.
—Vaaaaaaaleeeeeeee
—contestó entre carcajadas—, construye tu baño... y rápido, que hace falta YA.
—A sus órdenes, mi
capitán.
peter la soltó y se
escurrió por la cama hasta quedar tumbado a lo ancho de la misma, con la cabeza
acomodada en la tripa de Lali.
— ¿Te he dicho
alguna vez que adoro estar así?
—Creo que lo
comentaste ayer —respondió acariciándole el torso.
—Se me ha vuelto a
olvidar... —comentó.
—Sí —contestó ella
sabiendo perfectamente a qué se refería—, parece que estamos predestinados a
olvidarnos una y otra vez de los preservativos.
—Lo siento.
—Mentiroso —le
apretó los pezones. Aún le asombraba ver cómo se endurecían entre sus dedos—,
no lo sientes y yo tampoco. Los dos somos responsables y a los dos se nos va la
pinza cuando estamos metidos en el "ajo" arqueó un par de veces las cejas,
a buen entendedor...—. De todas maneras, tampoco pasa nada. Según los análisis
ambos estamos totalmente sanos. Así que el riesgo más peligroso queda
descartado. No obstante, he pedido cita ron el ginecólogo el lunes para que me
recete la píldora, así no habrá más descuidos. —Acabó encogiéndose de hombros.
—Ajá. ¿Y si te has
quedado embarazada? —No es que buscara un bebé, pero tampoco le disgustaría si
venía alguno en camino, se dio cuenta peter al sopesar la posibilidad.
—Bueno, si llega
ese momento ya pensaré qué hago. — ¿Un bebé? ¿Ahora? ¡Ni de cofia! No era el
momento más oportuno, pero por otro lado... un mocoso cariñoso y divertido con
los ojos verdes de peter
—Ya lo pensaremos,
querrás decir. —Giró la cabeza mirándola fijamente a los ojos.
— ¿Te apuntas a la
responsabilidad? —exclamó sorprendida.
—Por supuesto
—asintió peter muy serio.
— ¡Vaya! —Qué...
inesperado. Estaba claro que peter no se parecía en nada a cierto personaje de
su pasado que siempre le hacía asumir sola las culpas y los problemas, aunque
no fuesen causados por ella—. De todas maneras, no pienso preocuparme por
ahora, como dice el viejo proverbio chino... si tiene solución para qué te
preocupas, y si no la tiene para qué preocuparse...
—Yo creía que era
árabe...
—Bueno, qué más da
de dónde fuera. Anda, vamos, dormilón, que tenemos que salir pitando.
— ¿Qué prisa
tienes?
—Son las once de la
mañana, mis niñas llevan solas toda la noche... me echarán de menos.
— ¿No será el
contrario? —contestó peter remiso a separarse de la blanda tripita en que
reposaba.
—Vamos, perezoso.
¿Qué más da quién eche de menos a quién? La cuestión es que tenemos que
ducharnos e irnos a mi... — ¿Tenemos? ¿Irnos? ¿¡Qué demonios estaba diciendo!?
El no tenía por qué acompañarla a casa ni nada por el estilo, no eran pareja...
sólo estaban dando tiempo al tiempo, nada más—, pues eso, que me tengo que
duchar e irme a casa a probarme ropa y tal —rectificó quitándoselo de encima y
saliendo de la cama para dirigirse a la escalera.
—Espera. —peter
saltó de la cama como alma que lleva el diablo y la agarró por la muñeca—: ¿Qué
ha pasado con el nosotros? —preguntó abrazándola por la espalda, intuyendo un
distanciamiento que no le hacía ninguna gracia—. ¿No te apetece más una ducha
en común, un buen desayuno de... lo que quiera que haya en la nevera, y luego
un paseo hasta tu casa?
—Suena bien
—contestó con la sonrisa iluminando su cara de nuevo.
—Pues pongámonos en
marcha.
Se ducharon [entre
otras cosas], desayunaron en el Lancelot (la nevera estaba vacía) y regresaron
a casa de Lali. Mientras ésta se probaba mil y un vestidos peter jugaba con las
tortugas y la iguana a la vez que cantaba alabanzas al pase de modelos del que
era valeroso espectador. Lali acabó decidiéndose por un ajustadísimo y
cortísimo vestido negro con un escote de vértigo adornado por el precioso
collar de cristales Swarovski; los zapatos de charol de tacón kilométrico y el
pelo suelto y liso completaban su belleza. Comieron en el turco, peter era
incapaz de comer en un chino sin recordar a las tortugas comiendo los puñeteros
gusanos con los palillos, pasaron por sus casas a vestirse y recogieron a Mar y
a su abuela.
peter se sorprendió
ante la mirada cauta y sabia que le dedicó la niña. La saludó con un
"hola, colega" y ella le devolvió un muy correcto "buenas
tardes". Iba a ser más complicado ganársela de lo que había pensado. Una
vez en el coche, el Carnival de peter, iniciaron el viaje hacia la exposición. peter
bromeó con las mujeres mientras conducía, y Lali, gracias a Dios, inventó
varias de esas bromas retorcidas tan típicas de ella para fastidiar a Dani
fomentando el buen humor y las risas de Mar. Irene sonreía complacida mientras
veía a su nieta inventar travesuras a diestro y siniestro junto a la pareja. El
trayecto se les pasó en un suspiro. Cuando se quisieron dar cuenta eran las
cinco menos cuarto de la tarde y estaban aparcando frente a la galería que
exponía los cuadros de los "niños" de Rochi.
Allí estaban todos,
euge y nico agarrados de la mano charlando con Rochi, Dani mostrando el montaje
a Luis, los dueños de la galería alabando el buen hacer de los que habían
montado el tinglado... Todo iba sobre la seda, aunque curiosamente Dani parecía
evitar en todo lo posible quedarse al lado de peter y mucho menos permanecer a
solas con él. A todos extrañó su conducta menos a Lali que lo observaba ladina,
y a Mar, que reía burlona cada vez que lo miraba a la cara... lo que dio pistas
a Dani sobre la travesura que se estaba gestando a sus espaldas. Lali y peter
se iban a enterar, y si no, tiempo al tiempo.
Cuando se abrieron
las puertas a las seis de la tarde estaban alegres y relajados, el ambiente era
distendido y todo el mundo tenía una única cosa en la cabeza; vender todos los
cuadros posibles y sacar el mayor beneficio para los ancianos con ello.
El público comenzó
a fluir por la sala deteniéndose aquí y allá para preguntar el precio de un
cuadro o comentar el delicado trabajo hecho por los inexpertos pintores. Poco a
poco se fueron poniendo en los cuadros las etiquetas de "vendido".
Los amigos caminaban por la estancia charlando con los posibles clientes y
convenciendo a aquellos que estuvieran dudosos.
Eran alrededor de
las nueve de la noche y en menos de media hora la galería cerraría sus puertas,
cuando un frenético y excitado Dani se dirigió hacia el grupo de amigos.
—Rpchi, no te lo
vas a creer, alguien está interesado en comprar tres de los cuadros que quedan
por venderse. Vamos, tienes que venir y ayudarme a convencerlo. Me ha
preguntado por el cerebro de todo esto, esa eres tú, y me está preguntando por
la labor social de la ONG, y, joder, yo no sé cómo explicarle cómo va la cosa,
ni lo que hacéis, ni cómo vais a montar el viaje, ya sabes que cuando se trata
de hablar en serio no se me da nada bien. Vamos, no vaya a ser que se vaya,
date prisa, ven, a qué esperas... ¡Tres de golpe! ¡Dios! Va a ser todo un
éxito. Vamos, no te retrases.
—Voy, voy.
Rochi acompañó
risueña al nervioso Dani, seguida muy de cerca por los demás... a todos les
comía la curiosidad por ver quién era el que iba a comprar tantos cuadros de
una sola tacada. Se detuvieron ante una espalda impecablemente cubierta con un
traje a medida sobre el que resaltaba una coleta de pelo rubio y liso larga
hasta la cintura. Dani se acercó a esa espalda tirando de la muñeca de Rochi...
—Rochi, quiero
presentarte al señor Sierra.
La espalda se giro
al oír su nombre, pertenecía a un tipo altísimo, un hombre joven de alrededor
de treinta años con una cara que los mismísimos Ángeles habrían envidiado, unos
ojos azules que parecían penetrar en los pensamientos de los demás y un cuerpo
que superaba con creces en belleza al David de Miguel Ángel. Miró a Rochi de
arriba abajo y sonrió...
—Rochi avestruz...
encantado de verte de nuevo —saludó alzando una ceja, burlándose de ella.
—agus cara de
asco... qué placer más repugnante —respondió Ruth sin pensárselo dos veces.
— ¡Vaya!... eres
tú... ¿agus? —intervino Lali alucinando.
—Sí, y tú eres...
—entornó los ojos, recordando— Lali la loca, ¿verdad?
—Mira qué gracioso.
Si su asquerosidad me disculpa, me temo que el aire se ha tornado irrespirable,
así que con gran placer me retiro de su presencia. Vámonos, Rochi, que aquí
apesta —dijo Lali empujando sin querer a un peter flipado que no atinaba a
decir palabra, haciéndole chocar contra eugei que estaba justo detrás,
distraída como de costumbre, rebuscando en su bolso un chicle que suponía haber
guardado antes de salir de casa.
—Ey, cuidado, Lali.
—En ese momento cayó en la cuenta de que había alguien nuevo con ellos—. Hola,
soy euge —se presentó totalmente en la inopia.
— ¿euge la repipi?
Increíble, veo que seguís siendo las tres mosconas inseparables —comentó agus
irónico—, sólo falta nicoel Dandi...
— ¿Algún problema?
—preguntó nico en ese tono de voz bajo y amenazador que usaba cuando estaba
algo más que ligeramente irritado. Hacía años que los dos ex-amigos no se veían
y Jnico había cambiado muchísimo desde la EGB. Ahora medía casi dos metros de
altura, y metro y medio de espaldas, y sobre todo tenía una memoria prodigiosa.
—Me lo tenía que
haber imaginado... está el grupito al completo —respondió agus sin amilanarse
ante nico, él también había cambiado, también era grande, y también tenía buena
memoria, aunque en estos momentos toda su animadversión se centraba en Rochi.
No entendía el porqué de la mirada amenazante de nico, al fin y al cabo llevaba
sin verlo muchos años.
—El aire cada vez
es más irrespirable, me largo —dijo Lali.
Se dio la vuelta y
se fue dando grandes zancadas hacia la otra punta de la exposición a la vez que
abrazaba a Rochi por los hombros. euge no se lo pensó dos veces y con una mueca
de asco se giró y salió tras ambas, poniéndose al lado de Rochi, quedando ésta
en medio de sus dos mejores amigas. peter y Dani se miraron y luego dirigieron
la mirada a nico, que seguía mirando fijamente al tipo nuevo con una cara que
no dejaba nada a la imaginación. Quería golpearle, machacarle las costillas y
luego escupirle en la cara. nico podía olvidar muchas cosas, pero ver a Rochi
llorando en una cama del hospital era una de esas imágenes que jamás podría
borrar de su cerebro.
—Vamos,nico, que se
nos escapan las chicas... —dijo haciendo señas hacia las amigas, que en esos
momentos estaban al otro lado de la galería.
nico no dijo ni
pío, se giró y se marchó. Dani y peterse miraron encogiéndose de hombros. ¿Qué
coño había pasado?
La exposición
terminó al poco tiempo, el público despejó lentamente la sala hasta que solo se
quedaron el grupo de amigos y los dueños. Estaba siendo un éxito, si seguían a
ese paso el domingo se venderían los cuadros que aún quedaban. Rochi y Dani
prometieron regresar al día siguiente para reordenarlo todo.
Cuando por fin
dejaron a Irene y Mar en su casa eran casi las dos de la madrugada y la niña
bostezaba sonoramente mientras entraba en el portal. Lali sonrió satisfecha, al
día siguiente era el cuarto domingo de mes y vería a su ahijada a solas. Estaba
deseando hablar con ella, de la expo, de peter, de todo en general.
—Bueno, pues ya
está. Estarás contenta, se han cumplido con creces las expectativas —comentó peter
conduciendo el coche.
—Sí, ha sido
magnifico. ¡Dios! ¿Te lo puedes creer? —gritó dando palmas entusiasmada—. ¡Ha
sido increíble! Joder.
—Sí que lo ha sido.
Y por cierto... ¿qué mosca os ha picado con ese tal agus?
— ¿agus cara de
asco? Bah, es un gilipollas que conocimos en el colegio —dijo quitándole
importancia.
— ¿Y desde entonces
os profesáis tal odio?... Porque caray, pensé que Javi iba a liarse a puñetazos
con él.
—Lástima que no lo
hiciese.
— ¡Lali! No conocía
esta faceta tuya tan... agresiva.
—Bueno... son temas
pasados —contestó para luego zafarse con otro tema—. ¿Vamos a mi casa?
— ¿No prefieres
pasar la noche en mi mega-cama?
—Mmh... tengo que
alimentar a mis niñas y mañana salgo temprano para desayunar con Mar.
—Ains, cierto, es
cuarto domingo de mes... pues entonces no se hable más, a tu casa directos,
aprovecharemos hasta el último segundo.
me encanta quiero mas
ResponderEliminar@angie232alma
aa como me encanta esta novela que bueno que subiste y mas ame el cap
ResponderEliminara espero que lali salga rapido embarazada amo tu novela porfavor subi pronto
ResponderEliminarrelindo el cap please
ResponderEliminarmas grosa
ResponderEliminar=)
ResponderEliminarjajajaj me dio risa que lali penso que eran sus animalitos y era peter zarpadito el eh
ResponderEliminarestoy ansiosa por mas
ResponderEliminarque lindo que esten asi y que esten pensando tener un hijo
ResponderEliminarquiero mas grosa
ResponderEliminarme fasino el cap
ResponderEliminarsubi mas please
ResponderEliminarjaja q pasa channn q paso con agus??
ResponderEliminarmass novee
porque todos odian agus no entiendo que habla echo y eso que nico dijo que rochi en un hospital mas
ResponderEliminarotro cap que esta buenisima
ResponderEliminarme gusto mucho espero el proximo
ResponderEliminarhasta el proximo capitulo
ResponderEliminarquiero mas novelita
ResponderEliminarestos no pierden tiempo haciendo sus cochinadas jajajaja mas genia
ResponderEliminarNo entiendo con lo de agus!
ResponderEliminarMas Novee
@sarapinyana
Buen despertar,jajaja,no sabia ni donde estaba.¿k tendran todos en contra d agus?,se reconocen x los motes d escuela.Peter siempre tan atento se da cuenta k Es cuarto domingo, y k ella pasa el dia con Mar.
ResponderEliminarMas mas
ResponderEliminarme encanto el capi, espero volver a leer pronto
ResponderEliminarmuero por tu noveeeeeeeeeee!!!
ResponderEliminarMe encanta. Amo todas tus noves, las leo siempre que estoy al pedo, pero las leo enteras jajaja
Suerteee
mas nove, mas
espero los capitulos, estoy super intrigada. llevas mucho sin escribir, ¿te pasa algo? espero nove pronto
ResponderEliminarEsta novela no la estás escribiendo tú, perdona que te lo diga. Si no me equivoco, esto que escribes es de una novela publicada que leí hace algún tiempo y lo que has hecho es cambiarle los nombres a los protas... Si me equivoco lo siento, pero me parece mal que te agencies lo que hacen otras...
ResponderEliminar